viernes, 5 de agosto de 2016

Fracaso educativo en México 

La historia de México es una historia dada en las violencias y en las denodadas luchas por el poder entre los poderes de cada época, tanto de dentro como de fuera del espacio territorial mexicano. 
 México no ha conocido la paz y, su independencia es mucho más en lo declarativo que en lo real. La injusticia ha permanecido manifiesta siempre y se ha agudizado en determinados momentos, como el presente donde más de nuestra mitad de la población humana se encuentra debatiéndose en los estertores de la pobreza y la miseria, y donde los ecosistemas nacionales han sido castigados por explotación excedida asociada a dispendio y corrupción. 
Siendo esta historia tan llena de violencia y desigualdad es reflejado en la educación en cualquiera de sus niveles. Es pues difícil querer lograr una educación que no se vea afectada por la sociedad. La educación y la cultura van de la mano al igual que educación va ligada a la sociedad. Es por esto que como maestros es necesaria y urgente una intervención más allá de solo enseñanza de contenidos y empezar a educar para la vida, en función de valores morales y conciencia social. 
En sus primeros años la SEP tuvo una tarea cicló-pea por atender cuando el país se encontraba no solo destrozado por todos los conflictos y conflagraciones sino que en la temática educativa tenía que enfrentar la enorme mayoría de sus pobladores como analfabeta. Los distintos gobernantes del México pos revolucionario se dieron a la construcción de escuelas y a la labor de generación del profesorado que debería acoger a los millones de personas por educar. 
Se tuvo una especie de fiebre constructiva y se levantaron muchas escuelas y millones de niños y jóvenes pudieron acceder cuando menos a la educación “obligatoria”, sin olvidarnos de que también hay un renglón que acomoda a la llamada educación para adultos, otro para educación especial para aquellas personas hoy denominadas como de “capacidades diferentes”, otro de educación en áreas/grupos indígenas y otras “especificidades” educativas.

La cuestión de la calidad de la educación si bien no es un caso exclusivo de México, tampoco de nuestra Latinoamérica sino más bien de título mundial, es algo muy digno de traer a colación. En general históricamente se ha esperado mucho de la educación, se le han destinado las tareas y alcances más amplios e importantes y podemos decir esto para y en todo el orbe. 
Los educandos en México tienen que practicar sus quehaceres e intentar aprender algo en el seno de una sociedad nacional conmocionada y altamente presionada: las tensiones han llegado a ser tan enérgicas que no son pocos los suicidios de infantes, algo que antes no se había visto en México. 


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