Fracaso educativo en México
La historia de México es una historia dada en las violencias y en las denodadas luchas por el poder
entre los poderes de cada época, tanto de dentro como de fuera del espacio
territorial mexicano.
México no ha conocido la paz y, su independencia es mucho más en
lo declarativo que en lo real. La injusticia ha permanecido manifiesta siempre y se
ha agudizado en determinados momentos, como el presente donde más de
nuestra mitad de la población humana se encuentra debatiéndose en los
estertores de la pobreza y la miseria, y donde los ecosistemas nacionales han sido
castigados por explotación excedida asociada a dispendio y corrupción.
Siendo esta historia tan llena de violencia y desigualdad es reflejado en la educación en cualquiera de sus niveles. Es pues difícil querer lograr una educación que no se vea afectada por la sociedad. La educación y la cultura van de la mano al igual que educación va ligada a la sociedad. Es por esto que como maestros es necesaria y urgente una intervención más allá de solo enseñanza de contenidos y empezar a educar para la vida, en función de valores morales y conciencia social.
En sus primeros años la SEP tuvo una tarea cicló-pea por atender cuando el país
se encontraba no solo destrozado por todos los conflictos y conflagraciones sino
que en la temática educativa tenía que enfrentar la enorme mayoría de sus
pobladores como analfabeta. Los distintos gobernantes del México pos revolucionario se dieron a la construcción de escuelas y a la labor de
generación del profesorado que debería acoger a los millones de personas por
educar.
Se tuvo una especie de fiebre constructiva y se levantaron muchas escuelas y
millones de niños y jóvenes pudieron acceder cuando menos a la educación
“obligatoria”, sin olvidarnos de que también hay un renglón que acomoda a la
llamada educación para adultos, otro para educación especial para aquellas
personas hoy denominadas como de “capacidades diferentes”, otro de educación
en áreas/grupos indígenas y otras “especificidades” educativas.
La cuestión de la calidad de la educación si bien no es un caso exclusivo de
México, tampoco de nuestra Latinoamérica sino más bien de título mundial, es
algo muy digno de traer a colación. En general históricamente se ha esperado
mucho de la educación, se le han destinado las tareas y alcances más amplios e
importantes y podemos decir esto para y en todo el orbe.
Los educandos en México tienen que practicar sus quehaceres e intentar aprender
algo en el seno de una sociedad nacional conmocionada y altamente presionada:
las tensiones han llegado a ser tan enérgicas que no son pocos los suicidios de
infantes, algo que antes no se había visto en México.

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